Situado en el municipio de Oñati, en Guipúzcoa, acunado por diversas sierras, la de Elguea, la del Aizkorri, que no es la cima más alta del macizo del mismo nombre pero sí la más popular y conocida del mismo, el macizo Aloña..., en el Parque Natural de Aizkorri-Aratz, está inmerso en un mágico paisaje en el que los barrancos y las simas se entremezclan con empinadas montañas, colinas pobladas de bosques y preciosas cascadas. El Santuario de Arantzazu-Aránzazu comienza su andadura en la historia a partir de una misteriosa aparición de la Virgen de Aránzazu en 1.468. En unos oscuros y belicosos tiempos para las gentes de los diferentes territorios del País Vasco, producidos en parte por las Guerras Banderizas, en seguida la devoción por la Virgen caló hondo entre las gentes y los nobles de Oñati que construyeron una primitiva ermita. Como eran numerosos los peregrinos que se acercaban al lugar santo, también se construyó una hospedería y un monasterio en el que ya en 1.493 estaban establecidos los frailes mercedarios, pero enseguida se hicieron cargo del Santuario y sus instalaciones los dominicos, aunque al final y definitivamente fueron los franciscanos, en el año 1.514, los que se encargaron del culto a la Andra Mari de Aránzazu.
El Santuario de Arantzazu ha sufrido a lo largo de su historia tres devastadores incendios, el primero fue la noche de la festividad de San Juan Evangelista de 1.553. En seguida se reconstruyó el templo que se inauguró en 1.621 con la celebración de numerosos actos festivos y religiosos y la gracia de un solemne jubileo, pero un nuevo incendio destruyó todo en 1.622 salvándose de las llamas solo la talla de la Virgen. De nuevo, con la importante colaboración de los fieles y de las autoridades, se volvió a levantar el Santuario. Las revueltas políticas y las guerras del siglo XIX junto con un nuevo incendio en el 1.834, asolan el lugar, y la comunidad de franciscanos tuvieron que irse para regresar años más tarde, 1.878, cuando se reconstruyeron los edificios y una nueva iglesia que fue bendecida en 1.846. A partir de entonces se han sucedido en el entorno y en el propio Santuario y convento, importantes mejoras, reformas y ampliaciones. La actual basílica es de mediados del siglo XX y fue consagrada coincidiendo con la celebración del quinto centenario de la aparición de la Virgen.
Una bonita carretera de montaña, inmersa en un espectacular paisaje, es el preludio del emblemático lugar donde se asienta el Santuario de Arantzazu. La imagen de la Andra Mari, que es una pequeña talla en piedra sobre un tronco de espino blanco y con un cencerro al lado y que tiene un rostro que lo describen como el de una «aldeana sana de ancho cuello" espera, en el magnífico retablo del ábside de su basílica, a visitantes, devotos peregrinos, senderistas y montañeros que diariamente se acercan hasta el Santuario. Unas impresionante puertas de hierro, obra del escultor Eduardo Chillida, dan acceso al templo y lucen en una fachada principal en la que destacan sus tres torres, dos enmarcándola y la del campanario más alta y un poco más alejada, cuya decoración en punta de diamante es una alegoría al espino donde apareció la Virgen. A un lado de las escalinatas de la entrada al templo se encuentra el acceso a la cripta, único vestigio del templo del siglo XIX. Ya en la calle se pueden ver unos soportales que recorren el lateral de la iglesia y el ábside que, sobre el acantilado, muestra los restos de la construcción anterior.
Entre el centro cultural Gandiaga Topagunea, que acoge tanto eventos públicos como privados, encuentros, reuniones, congresos, jornadas, seminarios... y el Santuario, se encuentra un pequeño edifico, dedicado a la meditación, que se le conoce como Misterio, nombre que le viene por la escultura de su entrada que así se llama, obra de Jorge Oteiza en la que un franciscano de Arantzazu ofrece al pueblo la Virgen María y Jesús niño. El Santuario de Arantzazu, lugar mariano de gran espiritualidad que alberga a la patrona de Guipúzcoa, es un verdadero museo en el que admirar el actual arte vasco, donde arquitectos, escultores, pintores... han plasmado y vivificado su arte. La ubicación del Santuario de Arantzazu le hace también ser el elegido punto de partida para senderistas y montañeros que, después de visitar el Centro de Interpretación del Parque Natural de Aizkorri-Aratz, Arantzazuko Parketxea, que se encuentra en uno de sus edificios, recorren las rutas senderistas que el parque ofrece, hollan sus cimas o se adentran en el Túnel de San Adrián, donde les espera una ermita del mismo nombre y una calzada medieval, o en las Cuevas de Arrikrutz, con galerías adornadas de gigantescas estalactitas.
La festividad de la Virgen de Arantzazu, patrona de Guipúzcoa, se celebra el 9 de septiembre.
Son tradicionales las numerosas peregrinaciones que del entorno del territorio vasco llegan, desde mayo a octubre, hasta el Santuario de Arantzazu.
Una de las instalaciones del Santuario de Arantzazu es la sede del Centro de Interpretación del Parque Natural de Aizkorri-Aratz, que, situado entre las provincias de Álava y Gipuzkoa, cuenta con inmensos bosques de hayedos entre sus sierras calizas. Dentro de sus cimas se encuentra el Aitxuri, de 1.551 m, la cima más alta de Euskadi.
Cuenta la leyenda que corría el año 1.469 cuando un pastorcito de la zona llamado Rodrigo de Balzategui estaba guardando el rebaño que cuidaba en las laderas del monte Aloña, escuchó el sonido de un cencerro y creyendo que podría ser uno de sus animales que se habia extraviado fue en su búsqueda. Andando, andando, el sonido cada vez se oía más cercano, parecía venir de un matorral de espinos y hasta él llegó el zagal. Cual fue su gran sorpresa cuando encima de un espino blanco descubrió una imagen de la Virgen que dulcemente le dijo “Hijo mío, vete a tu padre carpintero y dile de mi parte que construya en este sitio una ermita que tenga por nombre Arantzazu". Además la zona estaba pasando por un desastre de gran sequía y la gente del pueblo hacia rogativas para solucionar el crucial problema, entonces la Virgen le dijo "y vete al pueblo y habla con la gente para que venga hasta Mí en procesión y comenzará a llover". Y así sucedió cuando bajaron, con gran devoción, la imagen hasta la villa.
MÁS RUTAS DISPONIBLES, NO TE LO PIERDAS...
MÁS LUGARES DISPONIBLES, NO TE LO PIERDAS...
A Oñati llega la carretera GI-2630 que la comunica con Legazpi y la AP-1. Además cuenta con servicio de autobuses que la unen con Mondragón, Legazpi, Bilbao, Arrasate, Bergara y Durango además de con las diferentes localidades de los trayectos.
Desde Oñati una serpenteante carretera llega hasta el mismo Santuario de Arantzazu en donde en unos espaciosos aparcamientos podremos estacionar el vehículo. También hay servicio de autobuses que en diferentes horarios unen el Santuario de Arantzazu con Oñati.
SENDITUR no se responsabiliza de cualquier variación en la información descrita así como del mal uso de sus guías y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad. Igualmente, te invitamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. Desde el compromiso de SENDITUR con la Naturaleza y el respeto al equilibrio del medioambiente, SENDITUR te insta a viajar de una forma responsable, con bajo impacto ambiental y respetando en todo momento el entorno Natural, Cultural y Social de allí por donde pases. Para cualquier sugerencia, SENDITUR te invita a enviar un correo a
Continuar viendo ...