Real Fábrica de Municiones de Eugi

¿Sabías que... la Real Fábrica de Municiones de Eugi

Se encuentra al norte del Valle de Esteribar, en la localidad de Eugi, en el paraje llamado de Olaberri, a la vera del río Arga y escondidas entre las hayas del bosque Quinto Real, allí esperan tranquilas las ruinas de la Real Fábrica de Municiones de Eugi para poder mostrar al curioso y ávido visitante su conjunto monumental. La Real Fábrica de Municiones de Eugi fue una de las reales fundiciones que se construyeron en el siglo XVIII en España. La de Eugi se construyó en 1.766, por una Real Orden y dentro del nuevo concepto de producción industrial y en cadena, de ahí fábrica, que originaron las reformas de Carlos III. Estas fundiciones fueron construidas y dirigidas por ingenieros militares y miembros de los Reales Cuerpos de Artillería y su fin era abastecer de munición y armamento necesario a los ejércitos españoles. En Eugi la tradición siderometalúrgica hunde sus orígenes en la Edad Media, aunque no se descarta que fuera anterior y siempre ha estado unida al río, pues el funcionamiento de los hornos y pesados martillos necesitaban de la fuerza hidráulica que éste aportaba. Se sabe que las herrerías y fábricas de armas, que aquí hubo, llegaron a tener tres emplazamientos distintos debido a la necesidad de que los recursos naturales necesarios estuvieran lo más a mano posible.

Un poco más de historia

La fábrica de Olaondo, que es la primera conocida, estuvo a un kilómetro de Eugi, hoy su ubicación está cubierta por las aguas del embalse. Entre los siglos XVI y XVII la fábrica se trasladó al paraje conocido como Olazar y es en este nuevo emplazamiento cuando ya recibe el nombre de Herrería Real o Real Fábrica de Armas. Finalmente es en el siglo XVIII cuando se traslada al paraje de Olaberri, en Quinto Real, y se construye definitivamente este monumental complejo industrial como es la Real Fábrica de Municiones de Eugi, digna heredera de tan larga trayectoria e historia a la vez que en sus cortos años de existencia, pues fue destruida por las tropas francesas el 17 de octubre de 1.794, se convirtió en referente y ejemplo de Real Fundición, arquitectura industrial ubicada en una zona donde se daba toda su materia prima, minas, ríos y madera de los bosques, así como en modelo de fábrica-población, pues contó con todas las instalaciones y servicios necesarios para las más de 500 personas que aquí llegaron a vivir.

¿Qué ver en la Real Fábrica de Municiones de Eugi?

Acercarse a visitar las ruinas de la Real Fábrica de Municiones de Eugi es adentrarse en un apacible bosque donde las hayas y la vegetación han extendido su manto sobre los muros y arcos, de este gran complejo industrial, que quieren resistirse al paso del tiempo. Cada rincón quiere ser eco de su historia y los paneles descriptivos e informativos que el visitante encuentra, sirven para ayudarles en su mudo intento. El primer panel hace una composición general del lugar señalando donde se ubicaba cada edificio, la situación de las dos puertas de acceso al complejo, el portal de Pamplona y en el lado opuesto, pues la fábrica-población se alongaba en torno al río Arga, el portal de Francia.

Para descubrir

Una vez dentro del entorno, la imaginación, y el panel que está colocado estratégicamente para ayudarla, va encontrando el edificio del palacio, los talleres que estaban situados en torno al edificio de hornos, uno de los talleres tenia amplias ventanas que daban al río y conserva un canal por donde pasaba el agua necesaria para conseguir la fuerza motriz precisa para realizar las pertinentes labores. La fábrica contaba con dos hornos de fundición en un mismo edificio, el de Santa Bárbara que fue inaugurado en 1.766 y tenía forma de pirámide truncada y el horno de Santiago de planta circular. Al lado de los hornos de fundición se hallaba la carbonera menor...Todo un compendio de piedras, que en forma de arcos sobre el río, crean y recrean un misterio paisaje. Al otro lado de la carretera, que conduce a Francia, y siguiendo el curso del río, las ruinas de las instalaciones continúan dando su clase magistral de historia, allí se encuentra la carbonera mayor o de San Lorenzo, de este edificio que podía acoger hasta 27.000 cargas de carbón, se pueden ver ocho arcos que formaban parte de donde se sustentaba el suelo del edificio construido encima del Arga. Un corto paseo a través del monte va dejando atrás este lugar de ensoñación, que escondido o no, espera al próximo curioso visitante para contarle su glorioso pasado.

Tradiciones

En la Real Fábrica de Municiones de Eugi se hacían balas de cañón, conocidas también como pelotas. Se sabe que las gentes del lugar las utilizaban, antiguamente cuando las encontraban en el río, para calentar la leche sobre todo a la hora de hacer la cuajada y para ello colocaban estas bolas directamente en el fuego y cuando estaban rusientes las introducían dentro de la leche para que ésta se calentara más rápidamente.

Curiosidades

Se sabe que la fábrica que estuvo situada en el paraje de Olazar la adquirió Felipe II y que en ella y trabajando armeros importantes de Milán, se hicieron muchas armas y utensilios de guerra y defensa, entre todo ello destacan las armaduras infantiles de Felipe III y Felipe IV, consideradas entre las mejores del mundo y que están expuestas en el Museo de Armería de Madrid.

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