Lestedo (Lugo) (0)

¿Sabías que... Lestedo

Junto los lugares y casales de Portos, Os Valos, A Brea y O Rosario entre otros, forman la parroquia de Lestedo perteneciente al concejo de Palas de Rei en la provincia de Lugo. Todos ellos hacen de cuentas del rosario que el Camino de Santiago desgrana antes de su entrada en Palas de Rei. En la zona abundan los restos arqueológicos que hablan de antiguos núcleos poblacionales, como por ejemplo el castro de Sucastro en Lestedo, pero la historia del lugar dejó su impronta cuando en el medievo el Camino Jacobeo fue sembrando su ruta de iglesias románicas, hospitales de peregrinos... se sabe que este tramo del Camino estuvo protegido desde el siglo XII por los caballeros de la Orden de Santiago. Lestedo tuvo hospital de peregrinos que fue promovido por los Ulloa.

Para descubrir ¿Qué ver en Lestedo, Portos, Os Valos, A Brea y O Rosario?

En Lestedo su sencilla iglesia de construcción popular advocada a Santiago, rodeada del cementerio, y un bonito crucero acompañan al caminante por unos cuentos metros. La última aldea antes de llegar a Palas de Rey es O Rosario desde cuyo altozano se ve en los días claros, la silueta del Pico Sacro.

Tradiciones

Cuenta la tradición que en el alto del Rosario, al vislumbrarse por primera vez el Pico Sacro, antesala de la ciudad compostelana, los peregrinos en señal de alegría por haber podido llegar hasta aquí y teniendo tan próximo el final de su caminar, rezaban esta oración, y de ahí el nombre de este lugar.

Leyenda

Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años, cuando los discípulos de Santiago trajeron por mar su cuerpo martirizado a tierras gallegas, acudieron a pedir ayuda a la reina Lupa, rica viuda pagana que por aquel entonces era la señora de estos lares, para que les dejara un lugar donde enterrar al Santo. La reina, con intención de quitárselos del medio les mandó al Pico Sacro, antes llamado monte Illicino, diciéndoles que allí podían coger dos bueyes para el traslado del cuerpo, pero ella sabía que no eran tales sino toros bravos. En el camino les salió al paso una enorme y peligrosa serpiente a la que vencieron con la señal de la cruz. Ya en el monte, cuando fueron a coger a los toros, éstos se les acercaron dócilmente y se dejaron poner el yugo, después los colocaron para que tiraran del carro y así poder transportar el cuerpo del apòstol hasta el monte Libredón en Compostela donde le dieron enterramiento. Ante estos milagrosos hechos la reina Lupa se convirtió al cristianismo.