Marcilla (Navarra) (0)

¿Sabías que... Marcilla

Está situada en la Ribera de Navarra, al sur de la Comunidad Foral, en el valle del Aragón, en una llanura próxima al río. Aunque se sabe que existieron asentamientos poblacionales en la época romana los orígenes de Marcilla no están muy claros. Se cree que pudo ser fundada por el rey visigodo Gundemaro allá por el año 610 cuando este rey levantó en el lugar un monasterio, pero no es sino hasta la Edad Media que no aparece citada históricamente. En el primer cuarto del siglo XII Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y de Pamplona, le otorga fueros con los mismos derechos que disfrutaba Calahorra, años más tarde su sucesor García Ramírez, el Restaurador, donó la villa de Marcilla a Don Lope, obispo de Pamplona. En el año 1160, doña Sancha, casada con Sancho el Sabio, funda un monasterio de monjas cistercienses y les concede el señorío de Marcilla, titularidad que tuvieron hasta el año 1407. Hacia el año 1420 Carlos III quita tierras y señorío a las monjas cistercienses, a quienes las reubica en Cambrón, en favor de Mosén Pierres de Peralta, quien construyó la fortaleza, y cuando Fernando el Católico instituyó el marquesado de Falces, tierras y castillo se convirtieron en el núcleo del mismo, pasando todo, castillo, tierras y marquesado, a sus descendientes. Hoy Marcilla es una localidad industrial, con importante presencia agrícola y ganadera.

Para descubrir ¿Qué ver en Marcilla?

Marcilla exhibe orgullosa su castillo-fortaleza que se ubica en el centro del pueblo junto a la plaza del ayuntamiento. Fue construido en el siglo XV por Mosén Pierres de Peralta, de estilo gótico, levantado en ladrillo sobre taludes de piedra. En un principio tuvo carácter defensivo pero cuando se instituyó el marquesado de Falces pasó a ser el palacio residencial de los marqueses. La puerta de acceso al castillo, en la que se encuentra el puente levadizo debajo del cual discurre el foso, se halla al lado de la que está considerada torre del homenaje, que es una de las cuatro torres que conforman las esquinas del castillo. En el interior de la fortaleza había un gran patio de armas en torno al que se distribuían las salas y habitaciones. La capilla del palacio conserva sus pinturas del siglo XVI. El castillo se puede visitar pero es necesario llamar previamente al número de teléfono 948 713 545. Las visitas guiadas se realizan los sábados, domingos y algunos festivos a las 12 h. La duración de la misma es de hora y media aproximadamente. Incluye la visita a la ermita de la Virgen del Plu que se ubica en el casco urbano y que ya existía en el siglo XV. En el centro de la localidad se encuentra también la iglesia parroquial de San Bartolomé, que data del año 1799, y el ayuntamiento. El conjunto arquitectónico del convento o Monasterio de Santa María fue construido en el último cuarto del siglo XVIII en un estilo barroco-clasicista con una sobria y elegante fachada. Paseos y excursiones por el entorno de Marcilla completan la agradable visita a esta bonita localidad.

Fiestas

Marcilla celebra sus fiestas grandes en honor a San Bartolomé, patrón del pueblo, entre el 23 y el 30 de agosto y las pequeñas son festejando a la patrona la Virgen del Plu el 4, 5 y 6 de agosto, además el 22 de mayo tiene lugar la romería a Santa Rita "Abogada de los imposibles” en el Convento de los Padres Agustinos-Monasterio de Santa María.

Tradiciones

En Marcilla, en los fosos del castillo se celebra desde antaño y según la tradición una “Feria de Ganado”, que fue un derecho otorgado por real cédula a los Marqueses de Falces. En esta feria se organiza una muestra de ganado equino de montura y se realiza alguna que otra transacción del mismo, pero lo más importante son las exhibiciones de monta y doma, así como de arrastre de carros de paseo.

Curiosidades

El conjunto formado por el río Aragón, los sotos y los acantilados terrosos son una de las imágenes más bellas y representativas del entorno natural de Marcilla. En los acantilados sobre el río Aragón se pueden ver halcones peregrinos. Los sotos más destacados y de gran valor paisajístico del municipio de Marcilla son los que están próximos a los acantilados terrosos. El soto grande o de la Cueva y el soto de la Sauquera o soto pequeño son lugares de gran valor ecológico.

Leyenda

El cardenal Cisneros, en nombre de Castilla y después de conquistar Navarra, mandó demoler la mayoría de los castillos. En el de Marcilla mandaba por aquel entonces la marquesa Ana de Velasco quien en ausencia de su marido Alfonso Carrillo, lo defendió a ultranza. Y cuenta la leyenda que al enterarse de la llegada del emisario Hernando Villar, ordenó preparar un gran banquete con el que agasajar a los castellanos quienes dieron buena cuenta del ágape. Al finalizar el mismo preguntó, con fingida inocencia, cuál era el motivo de la visita a lo que Villar, anonadado por el grato trato recibido, le instó para que abandonara el castillo sin violencia, entonces la marquesa le contestó que si alguien tenía que abandonar la fortaleza eran él y sus gentes a quienes perdonaba la vida. Borrachos como estaban y confundidos por la astucia de la dama, los castellanos se marcharon del castillo, y de esta forma doña Ana ganó la partida y salvó el castillo.

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