Triacastela (Lugo) (0)

¿Sabías que... Triacastela

Se sitúa en la comarca de Sarria al sureste de la provincia de Lugo, en las estribaciones de las sierras orientales gallegas, rodeado de pequeño valles fluviales y fértiles vegas custodiadas por sierras y montes entre las que destaca la Sierra de Oribio. El Concejo de Triacastela está formado por ocho parroquias que a su vez se componen de núcleos poblacionales y aldeas. La aldea de O Biduedo, que pertenece a la parroquia de Lamas, la de Filloval, que lo es de Santa María de Vilavella, o bien Pasantes o Ramil que lo son de la parroquia de Triacastela y A Balsa perteneciente a la parroquia de San Breixo de Balsa, son parte de ellas.

Un poco más de historia

Aunque algunos historiadores atribuyen a Alfonso IX la fundación de Triacastela lo que es seguro es que jugó un valor importante en la revitalización de lo que se llamó Triacastela Nova allá por finales del siglo XII principios del XIII. La cantidad de restos arqueológicos y castros que se encuentran en la zona hablan de antiquísimos asentamientos poblacionales. Su propio nombre Triacastela puede hacer referencia a tres castros o ¿a tres castillos?. Sea como fuere ya aparece mencionado en escritos de los siglos X y XIII sobre unas donaciones a un monasterio existente en la ladera del Monte Seiro. En el año 1248 Fernando III el Santo convocó en Triacastela a los concejos de Galicia. Los Reyes Católicos primero y tiempos después su bisnieto el rey Felipe II también la visitaron. Siglos más tarde, en el XIX, la zona sufrió las luchas de la Guerra de la Independencia al igual que las carlistas. En la actualidad Triacastela es un apacible pueblo con un marcado carácter jacobeo y una atrayente oferta turística.

¿Qué ver en Triacastela?

Un agradable paseo por Triacastela lleva al visitante a conocer su iglesia románica dedicada a Santiago y restaurada en el XVIII, en su torre, de cuatro cuerpos, construida en 1790, en el segundo de ellos luce el emblema de la localidad, un grabado con tres castillos. El antiguo Mesón do Camiño o del Peregrino, cercano a la iglesia, data del siglo XVI, la Casa del Concello, con inscripción de 1528 en la puerta, la cárcel en sus bajos conserva dos habitaciones, la Casa da Ponte que fue herrería o lo que fue el antiguo hospital, del que se habla ya en tiempos de Alfonso IX y hoy se le conoce como Casa Pedreira. Un monumento al peregrino, donde una pequeña imagen de Santiago encima de un monolito de piedras despide al viajero a la salida del pueblo. Pero la localidad también cuenta su historia ancestral en sus castros y yacimientos arqueológicos, entre otros el de Santa María, el de San Adriano, el de Biduedo, cuyo nombre le proviene de la cantidad de abedules "bidueiros" que la zona tiene, o el de Triacastela, y en la Cueva Eiros donde se ha hallado un importante yacimiento arqueológico del Paleolítico Medio.

Para descubrir

Sus aldeas también guardan pequeños tesoros, en Ramil, que está prácticamente pegada a Triacastela, un enorme castaño de más de ochocientos años es una preciosa obra escultórica tallada por la naturaleza y el tiempo. Biduedo guarda una curiosa ermita que, advocada a San Pedro se la conoce también como ermita de Los Abedules, en Pasantes la capilla de Los Remedios es del siglo XVIII y en A Balsa su pequeña capilla está dedicada a San Antonio. Además en Triacastela se puede disfrutar de un entorno paisajístico de una gran belleza y valor ecológico.

Fiestas

Triacastela celebra la Virgen del Carmen el día 16 de julio y el 17 de agosto se festeja San Mamede, San Mamés, con una concurrida romería a la ermita del mismo nombre. El Sábado Santo tiene lugar una Feria de Artesanía en la que los artesanos de la zona exponen y venden sus obras.

Tradiciones

En la aldea de Filloval, próxima a Triacastela hay una cantera y cuenta la tradición que de ella cogían los peregrinos una piedra que llevaban hasta el horno de cal que había en Castañeda para así contribuir en las necesidades de material que se tenía en la construcción de la catedral de Santiago.

Curiosidades

En las excavaciones llevadas a cabo en la Cova Eiros se han descubierto grabados y pinturas que han despertado un gran interés por ser la primera muestra de arte rupestre del Paleolítico hallada en el noroeste de la Península.

Leyenda

Cuenta la leyenda que la ermita de San Mamede se erigió en el lugar que ocupa en homenaje al milagro que aquí aconteció a unos pastores, los cuales en su deambular por la zona se encontraron con que unos troncos enormes les entorpecían el paso y decidieron despejarlo arrojándolos ladera abajo, pero cual no fue su sorpresa cuando al día siguiente volvieron a encontrárselos en el mismo sitio, hecho éste que para los lugareños fue considerado milagroso y el lugar bendecido.