Ruta por la Rioja Alavesa

Qué ver en la Rioja Alavesa

​​La escarpada Sierra Cantabria por un lado y el caprichoso curso del río Ebro por el otro aportan y dan carácter a esta comarca de Álava conocida como la Rioja Alavesa, tierra de grandes vinos, bellos paisajes e importante historia. Su estratégica ubicación, unida a la indiscutible productividad de sus campos han contribuido a que, a lo largo de los años, sean varios los pueblos que aquí han habitado y muchas las disputas por controlar estas tierras a orillas del Ebro.

Propuesta de itinerario para visitar la Rioja Alavesa

Yacimientos prehistóricos, dólmenes, arquitectura romana, villas medievales vestigios vivos de las gentes que por aquí pasaron, se mezclan hoy en día con modernas y vanguardistas bodegas, turísticos y cuidados pueblos, en perfecto equilibrio y sintonía con el paisaje y la naturaleza que les rodea. La ruta de la Rioja Alavesa nos conducirá, como si de una máquina del tiempo se tratase, a través de la historia y los paisajes que dan forma a esta tierra, en la que no podemos olvidar una de sus señas de identidad, el vino, que sin lugar a dudas es uno de los grandes protagonistas de muchos de los lugares que descubriremos.

Labastida

Puerta de entrada por el oeste en la Rioja Alavesa, Labastida se asienta a los pies del imponente Toloño, en cuya cima podemos encontrar los restos del antiguo santuario de Nuestra Señora de Toloño, además de ser punto de unión de La Rioja y Álava. Santuario caído en el olvido, en parte, por las duras condiciones meteorológicas que soportan estas montañas, frontera natural en la que confluyen diferentes tipos de climas y que junto a la barrera que estos montes crean dan como resultado unas excelentes condiciones para el cultivo de la vid. Desde lo alto de la atalaya de la palaciega Labastida podremos disfrutar de una bella panorámica, ya no solo de la Rioja Alavesa, sino también de su vecina y hermana La Rioja. Ambas, como podremos comprobar a lo largo de la ruta, se funden y entremezclan apenas separadas por el río Ebro llegando a hacernos dudar de si estamos en una u otra comunidad.

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Samaniego

Tras descubrir con calma Labastida, cuya hidalga historia aún se puede apreciar en la regia arquitectura de su casco histórico, ponemos rumbo a la siguiente parada de la ruta, rodeados de viñedos que casi nos obligarían a cambiar el nombre de este recorrido por el de la Ruta del Vino de la Rioja Alavesa. La N-232a es la encargada de guiarnos, ya que atraviesa de lado a lado esta región llegando hasta el mismo Logroño, capital de la vecina comunidad autónoma de La Rioja. Comunidad por la que transitaremos en esta primera parte del recorrido que nos llevará a pasar junto a San Vicente de la Sonsierra para después atravesar otra localidad riojana, Ábalos. Seguimos escoltados por las imponentes montañas hasta llegar a Samaniego, ya otra vez en la provincia de Álava. Aquí podremos pasear por sus calles, visitar la Ermita de La Virgen del Valle y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, mientras seguimos disfrutando del paisaje y la cercanía de las montañas hacia las que nos dirigiremos a continuación.

El Balcón de La Rioja

Nos despedimos de la localidad de Samaniego para poner rumbo hacia uno de los rincones más espectaculares de la ruta. Su privilegiada situación, que le aporta unas magníficas vistas, hace que se acerquen hasta él no pocas personas. Continuamos como hasta ahora siguiendo la nacional hasta llegar al cruce con la carretera de Leza que dejaremos a nuestra derecha para, abandonando la nacional, comenzar el ascenso al Puerto de Herrera siguiendo la carretera que lleva hacia Vitoria. La ascensión con fuertes rampas nos hace ganar altura con rapidez encaramándonos a estas escarpadas montañas en busca del paso que las atraviesa. Paso al que no debemos llegar, ya que antes de coronar el puerto nos encontraremos con el desvío que nos acercará hasta El Balcón de La Rioja. Aquí, los días despejados, disfrutaremos de una espectacular panorámica que a buen seguro nos atrapará un buen rato, la sierra de La Demanda en el horizonte, el zigzagueante curso del Ebro y sus característicos meandros… Aunque si nuestro recorrido coincide con los días de nubes bajas o de niebla abundante es posible que como contraprestación tengamos la oportunidad de situarnos por encima del mar de nubes que cubren el valle.

Elciego

Dejamos atrás la montaña y regresamos al valle descendiendo por la carretera que nos trajo hasta aquí para llegar de nuevo al cruce con la nacional, mientras seguimos contemplado el mar de viñedos hacia el que nos dirigimos. Ahora atravesaremos la nacional y pondremos rumbo hacia la localidad de Leza, a la que llegaremos rápidamente. La carretera nos conduce a través de esta villa que bien merece una pequeña parada para conocerla. Seguimos adelante adentrándonos entre los viñedos que rodean la carretera, mientras, sin darnos cuenta nos vamos acercando poco a poco al río Ebro. Navaridas, otra coqueta localidad de La Rioja Alavesa queda a un lado sin que la carretera por la que vamos nos deje ni siquiera pasar por ella. Súbitamente se presenta ante nosotros la villa de Elciego y su sorprendente mezcla de arquitectura. El más actual diseño de Frank Gehry se funde con el clásico estilo gótico de la iglesia Parroquial de San Andrés o las regias casas blasonadas de la villa. Elciego es una de las claras muestras de la comunión de la cultura del vino con el entorno que la rodea y como a lo largo de los años ha formado parte de la historia y las gentes de esta tierra.

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Laguardia

Nos despedimos de Elciego para dirigirnos hacia la villa medieval de Laguardia, que ubicada sobre un cerro, domina todo a su derredor y conserva en muy buen estado la estructura y estilo de aquella época, sorprendiendo a quien la visita. Para ello disponemos de dos posibilidades, la primera, algo más larga, es continuar acercándonos hacia el río Ebro y aprovechar para visitar Lapuebla de Labarca situada en un promontorio a la orilla del Ebro y desde allí dirigirnos hacia Laguardia; la segunda es ir directos al encuentro de esta villa alejándonos definitivamente de la ribera del Ebro. Una vez en Laguardia nos esperan un sinfín de rincones, una mezcla de gastronomía, cultura del vino e historia que atrae a miles de visitantes todos los años. Sus calles, en el interior del recinto amurallado, emanan una sensación de seguridad y hospitalidad similar a la que debían de sentir los antiguos habitantes de esta noble villa. Pasear por sus calles, visitar sus iglesias, torres y murallas o contemplar las panorámicas de sus miradores es parte de la visita obligada a esta localidad, pero existe una Laguardia subterránea, una Laguardia de cuevas y bodegas familiares que recorren todo el subsuelo del pueblo como si de otra localidad independiente se tratase, otra clara muestra de la importancia que el vino ha tenido y tiene por estos lares. Pero Laguardia y su entorno no deja de sorprendernos y darnos muestras de su antigua historia y las antiguas civilizaciones que por aquí habitaron, dejando vestigios de su paso por estas tierras como por ejemplo el mayor depósito de agua de la edad de hierro que se conoce en Europa.

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Labraza

Dejamos Laguardia no sin antes darnos un paseo por sus lagunas, hogar de numerosas aves, para encaminarnos hacia la siguiente parada de la ruta por la Rioja Alavesa, Labraza, una localidad cuyas calles están llenas de historia. Tenemos varias opciones para dirigirnos hasta Labraza; podemos votar por visitar el yacimiento arqueológico del Poblado de la Hoya, cercano a Laguardia, y posteriormente seguir parte de la ruta de los dólmenes hacia Elvillar visitando el dolmen de la Chabola de la Hechicera, El Encinal o los Llanos, llegar a Cripan y desde allí acercarnos hasta Meano, desde donde descenderemos hacia Labraza, o bien podemos seguir la nacional hacia Logroño, desviándonos a Oyón y desde allí seguir hasta Moreda de Álava y posteriormente a Labraza. Es ésta una importante villa del reino de Navarra, de marcado carácter defensivo, conserva en muy buen estado sus murallas y estructura medieval transportándonos a otras épocas. Puerta de entra por el este a la Rioja Alavesa, su ubicación en los límites de Sierra Cantabria y donde el Ebro se aleja más y más de nosotros, ha sido codiciada para la defensa y control de estas tierras y es el punto y final de esta ruta por la Rioja Alavesa.

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Mapa de la ruta

Este mapa es un croquis hecho como ejemplo de la ruta, en ningún caso representa el mejor o el único itinerario a seguir. En su desarrollo no se han tenido en cuenta las normas vigentes de circulación o el estado de los lugares por donde pasa y que pudieran afectar a su trazado.