Se asienta al norte del valle pirenaico del Roncal, siendo la localidad más septentrional de los siete pueblos que lo componen, a los pies del valle de Belagua; rodeada de agrestes montañas; bañada por las aguas del río Esca que nace de la unión, en el lugar, de los ríos Uztárroz, Belagua y Belabarce; en la frontera con la provincia de Huesca y de Francia. En su término municipal se encuentra el pico más alto de Navarra, la Mesa de los Tres Reyes. Se cuenta que antiguamente cuando los reyes de Navarra, Aragón y Francia se reunían para negociar y llegar a algún acuerdo lo hacían en esta cumbre porque de esa manera no salía ninguno de ellos de su reino, ya que se encuentra justo donde los antiguos reinos de Aragón, Navarra y Francia se juntaban.
En la zona se han encontrado numerosos restos megalíticos y dólmenes como el de Sakulo y el de Arrako, por lo que se deduce que los orígenes de los primeros asentamientos pastoriles son de la época del Neolítico. Se supone que el Valle de Roncal tenía autonomía administrativa comunal incluso antes del siglo IX y que en el siglo XI contaba con lugares y villas con alcalde. En el siglo XIV las villas de Isaba, Uztarroz, Urzainqui, Roncal, Garde, Vidángoz y Burgui ya formaban el Valle de Roncal que se regía por la Junta General que se ocupaba de resolver y administrar los intereses ganaderos y agrícolas. En el año 1427 un incendio arrasó la villa de Isaba y con ella los archivos históricos y de la Junta que se guardaban en la iglesia, pero los signos y ceremonias que han pervivido en las tradiciones de las gentes corroboran de alguna manera su supuesta historia, el escudo, el derecho de bardenaje, el del Tributo de las Tres Vacas...
El caserío de Isaba, agrupado en los barrios de Barrikata, Izarjentea, Burgiberria, Bormapea, Garagardoia y Mendigatxa forma un bonito y típico conjunto de construcciones de piedra y madera que, en empedradas calles estrechas, se separan unas de otras por estrechos recartes o regachos, destacando de entre ellas, en el centro del pueblo, la majestuosa iglesia-fortaleza de San Cipriano del siglo XVI; se levanta donde antes estuvo un templo más pequeño de estilo románico del siglo XIII, se cree que las piedras para construirla provienen de un antiguo castillo situado en la parte alta del pueblo. El ayuntamiento es de la segunda mitad del siglo XIX. Cerca de la iglesia, una casa típica roncalesa acoge el Museo-Casa de la Memoria en la que se recoge las costumbres y tradiciones del Valle. En la fuente Uturrotx aparece labrada la historia del lugar con sus dos escudos. En la plaza de Cipriano Barace, una escultura al Pastor marca el inicio y final de la Cañada Real de los roncaleses; esta cañada, por donde transita el ganado, une el Valle de Roncal con las Bardenas Reales, al sur de Navarra, donde un mojón da forma al monumento al pastor.
En un bonito paraje y rodeada de un bello jardín a más o menos un kilómetro de Isaba, al que se llega a pie, está enclavada la basílica de Nuestra Señora de Idoia, es del siglo XVI, junto a la iglesia está la Casa de la Cofradía o del ermitaño. Se cree que el origen de la cofradía de Nuestra Señora de Idoia es tan antiguo como el propio santuario. En Isaba a las afueras también se puede ver la ermita de Belén, que es una pequeña capilla del siglo XVIII. Algo más distante, a unos diez kilómetros de Isaba y junto a un monumento prehistórico donde se podrían realizar ancestrales ritos paganos y con el fin de cristianizar el lugar, se erigió la ermita de Arrako de la cual no se conoce en qué siglo fue construida. La capilla acoge una imagen de la Virgen del siglo XIV y fue saqueada en 1793 por los franceses. Además, en Isaba, si el visitante tiene la suerte de que sea día de sesión cinematográfica podra disfrutar, a buen seguro, de una entretenida pelicula en el último cine de pueblo existente de todo el Pirineo navarro.
Isaba festeja a Santiago el 25 de Julio y a San Ciprián el 16 de Septiembre. El pueblo de Isaba celebra romería a la ermita de Arrako el 26 de julio día de Santa Ana y el lunes de Pentecostés la romería es hasta la basílica de la Virgen de Idoia, además el primer domingo de julio se celebra el día de las Idoias en el que las personas con ese nombre rinden homenaje a su Virgen.
El carnaval de Isaba es un acto festivo de los que la tradición oral ha guardado buena memoria, no se sabe desde cuando se celebraba pero sí que se ha recuperado casi todos sus personajes entre los que destaca la Amanditzarko, personaje del siglo XIX que representa a todo lo maligno y que colgando del ayuntamiento espera a ser quemada en la hoguera al final del día y como colofón de la fiesta.
Saliendo de Isaba hacia Belagua hay dos puentes románicos, uno a poco más de un kilómetro de Isaba y el otro a poco más, se hallan en el llamado Camino Real que une desde hace siglos los valles de Roncal y Baretous. Y un poco más arriba, a unos dos kilómetros, también en dirección al puerto de Belagua se encuentra el puente de Otsindundua, construido en el año 1.568, conocido como el puente del Ibón pues cruza el río Esca facilitando el acceso a la cueva del Ibón situada a poca distancia de la carretera y en la que se puede penetrar hasta una gran sala.
En Isaba la iglesia tiene un balcón llamado conjuratorio. Recibe este nombre porque cuando el pueblo sufría algún problema, una prolongada sequía, plagas, epidemias, tormentas o cualquier otro maleficio o pesar, el clérigo se asomaba a este balcón para hacer un conjuro que anulase las fuerzas del mal.
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A Isaba se llega desde Ezcároz y Ochagavía a través de la carretera NA-140 que empalma con la N-135 poco antes de llegar a Roncesvalles. O bien desde Sigües en la A-21 entre Pamplona y Jaca remontando el Valle del Roncal por la NA-137 a través de Burgui, Roncal y Urzainqui.
Isaba cuenta con servicio de autobús que de lunes a sábado hace el trayecto Pamplona-Uztárroz-Pamplona.
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