Es un municipio de La Rioja en la comarca de Cameros, concretamente en el Camero Viejo, en la parte media del valle del río Leza. Está situado a unos 820 m de altitud, en plena Reserva de la biosfera de los valles del Jubera, Leza, Cidacos y Alhama, en la ladera de un monte que se alza entre las depresiones del Leza, la de su afluente el Santa María y la del barranco del Vallejuelo. En él se engloban seis poblaciones, Santa María, Montalbo, Velilla, Vadillos, Avellaneda y Valdeosera, la mayoría de ellas deshabitadas, siendo sin lugar a dudas algunos de los lugares que tenemos que ver en San Román de Cameros.
Su asentamiento, en la parte alta del monte es de origen celtíbero. Su nombre se cree viene desde la época de la cristianización, finales de la época romana o bien principios de la visigoda, aunque el primer escrito sobre San Román es un documento en el que Iñigo López, primer señor de Vizcaya, puede ser allá por el siglo XI, compró unas casas en San Román de Cameros dando como pago por ellas "8 vacas paridas y destetadas y 20 sueldos de plata", siendo testigo de la compra su cuñado Ximeno Fortunión, tercer señor de los Cameros, gobernador de Meltria y nieto de García Sánchez III, Rey de Nájera-Pamplona. El rey Enrique II de Castilla otorgó a Juan Ramírez de Arellano, en el siglo XIV, el señorío de Cameros y en el incluyó el poblado de San Román. Los condes de Aguilar primero y luego los duques de Abrantes fueron los señores de San Román y eran los que designaban directamente al alcalde del pueblo. El señorío existió hasta 1811, momento en que fue abolido como tantos otros en España. Cabeza del Concejo de San Román y sus aldeas, el pueblo se trasladó a su emplazamiento actual tras la construcción de la carretera a principios del siglo XX. San Román de Cameros tiene diferentes barrios: el Solano, Cantarranas, la Cava y la Carretera.
Al visitar San Román de Cameros descubrimos como sus gentes han sabido conservar una antiquísima arquitectura, tradicional de esta sierra, en la que maderas, herrajes o teja árabe no riñen con el progreso ni el confort actual. También el suelo de sus calles conserva un laborioso y característico empedrado que imprime a la localidad un encanto y carácter especial. Situada en la entrada del pueblo, en un paraje de encanto, la fuente El Tinte y el puente que hay junto a ella parecen darnos la bienvenida a este recoleto pueblo. El empedrado de la plaza del Olmo o de la fuente llama la atención por sus formas geométricas que son explicadas en un cartel informativo. La fuente de los tres caños, aunque en un principio tenía cuatro, de estilo neoclásico, es del año 1804. Resaltando en la silueta de San Román de Cameros la iglesia parroquial de la Asunción es de principios del siglo XVI. Llaman también la atención en nuestro caminar por San Román la ermita de la Virgen del Carmen, de corte Neoclásico, que fue construida en 1922 por Doña Francisca Bermejo Romero en honor a su única hija, Matilde, fallecida a temprana edad y que es otro de los lugares que tenemos que ver en San Román de Cameros. Las escuelas del municipio que, fundadas en 1787 por don Simón y don Diego de Ágreda, fueron unas de las primeras de nuestro país totalmente gratuitas. Siendo las primeras abiertas de este tipo y las más antiguas de toda La Rioja, a día de hoy son las únicas que permanecen abiertas en todo el Camero Viejo. En la plaza de Don Simón de Ágreda, frente al edificio de las escuelas, un pedestal con el busto de su fundador protegiendo la cabeza de un niño, y un pergamino en el que se puede leer la leyenda: "Niños de San Román: aquí os doy el pan de la inteligencia" lo conmemora. Junto a la escuela de abajo, se encuentra el Archivo del Muy Noble, Antiguo e Ilustre Solar, Señorío y Villa de Valdeosera, en él, aunque las visitas están restringidas, se puede ver el Arcón del Archivo, de madera de nogal, forrado de cinc, con puerta de una sola pieza y herrajes de hierro de finales del gótico, de tres trancas en forma de Cruz de Santiago, con tres candados y cerradura, orlado con trece cruces de Santiago (falta una) y trece estrellas (faltan dos), con dos medias lunas en su parte superior; también se guarda una lápida con inscripción romana del siglo II y la Pila Bautismal del siglo XIII. Son algunos de los lugares de interés que alberga entre su bien conservado caserío San Román de Cameros.
San Román de Cameros está rodeado por los huertos vecinales que cuentan con un sistema de riego que se pierde en los orígenes de su población, este sistema de riego se pueden contemplar desde el mirador de Velilla. La villa es final y principio de las etapas 6 y 7 del GR 93, una ruta de senderismo que recorre La Rioja de este a oeste, de Santo Domingo de la Calzada a Valverde. Se puede disfrutar también recorriendo el sendero que nos lleva a visitar Valdeosera, o el recorrido senderista que discurre desde la Dehesa hasta Torre en Cameros. También podemos acercarnos hasta las Pozas de Villa Cristina, o la dehesa de Santa María. Incluso podremos visitar dólmenes y enterramientos celtibéricos. Otra actividad que tenemos que hacer en San Román de Cameros es subir el Cerro Santa Bárbara hasta el mirador y Roble Quemado, desde donde tendremos una fantástica panorámica. Y si nos encontramos fuertes una bonita ruta de senderismo nos lleva a ascender por la dehesa de Velilla hasta llegar al solar nobiliario más antiguo de Europa con su casa solariega y su iglesia románica.
San Román de Cameros celebra el tercer domingo de junio a San Sebastián aunque su festividad es el 20 de enero. El 16 de julio festeja a la Virgen del Carmen y la Virgen del Val es el 15 de agosto.
Año tras año se celebra en San Román de Cameros la tradicional moraga, matanza del cerdo. Es el tercer fin de semana de febrero cuando se rememora esta actividad tan arraigada en los pueblos. Del cerdo se aprovecha todo, hasta el rabo y los andares, y demostrando que esto es algo más que un refrán, se sacrifica un cochino al modo tradicional. Al día siguiente se procede al acto público de descuartizamiento y se realiza una demostración de elaboración de chorizos. El festejo termina con una degustación de migas, y una comida de hermandad, para conmemorar el evento, en la que se consumen diversos derivados del cerdo.
Los núcleos de población despoblados que forman parte del municipio de San Román de Cameros también tuvieron su importancia. Por ejemplo Valdeosera, cuyo nombre le fue dado por la abundancia de osos, Valle de los Osos. Fue Ramiro I que concedió en el año 932 a Sancho Fernández de Tejada el derecho a poblar esta zona a cambio de su participación en la Batalla de Clavijo. Éste se lo cedió a su hijo menor también llamado Sancho y a sus doce fieles caballeros galicianos, sus hermanos de espada en tantas batallas, en las trece casas que fueron el principio de las trece divisas que componen el pueblo que hoy existe con el nombre de Villa de Valdeosera. Se creó así la institución jurídica nobiliaria del Solar de Valdeosera a la que va ligada. Este lugar es privativo de la junta de Caballeros Diviseros Hijosdalgos del muy Noble, Antiguo e Ilustre Solar, Señorío y Villa de Valdeosera. Actualmente está despoblado. El antiguo escudo de la familia Fernández de Tejada luce en la actualidad en muchas de las fachadas de las casas de los Cameros. También Santa María tuvo una gran importancia ya que tenía fábricas de paños bastos, hilados y bayetas que proveían a Soto.
Cuenta la leyenda que el obispo de Calahorra, huyendo de la invasión musulmana, se refugió en una cueva situada al norte del pico de la Atalaya. La Cueva se convirtió en ermita y a finales del siglo XVI ya era un floreciente priorato al que peregrinaban más de treinta parroquias y del que salieron bellos cantorales.
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La carretera LR 250 que transcurre por el Cañón del río Leza nos acerca desde Logroño hasta San Román de Cameros. También la carretera LR-245, que une el valle del Iregua con el de Leza, nos conecta con San Román de Cameros.
Hay servicio de autobús que, martes, jueves y viernes, hace dos viajes diarios de ida y vuelta entre de Logroño y San Román de Cameros.
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