Copatrona de Álava
A las afueras de la villa de Artziniega, en Álava, sobre una colina donde robustos árboles nos cobijan bajo sus ramas, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Encina. Según los hallazgos encontrados en las excavaciones arqueológicas realizadas en el santuario podemos saber que en el lugar hubo asentamientos de cultura romana en los siglos IV al VI. Un templo prerrománico y más tarde uno plenamente románico fueron los predecesores del santuario. La construcción actual se realizó entre finales del siglo XV y principios del XVI. Aunque según inscripción su solemne inauguración fue en el año 1.498. La relevancia histórica y devocional del Santuario de Nuestra Señora de la Encina ha hecho que sucesivamente su estructura haya ido ampliándose llegando a tener incluso hospedería para peregrinos y niños abandonados.
El retablo del altar mayor del santuario es una preciosa joya de principios del siglo XVI, de estilo gótico flamenco. Uno de los más bellos conjuntos del País Vasco que aloja una imagen de la Virgen tallada en madera en el siglo XIV. Una imagen románica de la Virgen está expuesta en el Museo Sacro del santuario. Al entrar por la puerta sur nos sorprende de frente y sobre la puerta del norte una pintura mural incompleta y bajo ella una ilegible inscripción. Las bonitas pinturas de las bóvedas son hechas al óleo. Cubriendo los muros laterales vemos ocho altares, de estilo de Churriguera, destacando el del Cristo, inaugurado en 1.608, la Virgen del Carmen, o el de Nuestra Señora de Guadalupe, donado por un indiano. Desde el coro surge el grato sonido del órgano mientras una pila bautismal postmedieval guarda en la memoria de su piedra tallada siglos de historia.
El templo que luce un estilo arquitectónico entre el gótico y el renacentista se rodea de un bonito y cuidado jardín. Paseando por él podemos ver una columna de piedra coronada por una imagen de la Virgen sentada que tiene de pie sobre su regazo al Niño. Una inscripción nos cuenta que "La imagen de Nuestra Señora se apareció aquí". Colgando de un pedestal de piedra rematado de una cruz de hierro unas cadenas colgantes recuerdan, junto con el escudo real esculpido en uno de los arcos del pórtico sur, que el emperador Carlos V estuvo aquí. A la sombra de la famosa y centenaria encina, de más de quinientos años de vida, declarada Árbol Singular de Protección Especial en el año 1.995, uno de los 25 árboles singulares de Euskadi, se encuentra el monumento a la Junta de Ordunte. Institución soberana de origen medieval que bajo la encina se reunía para dirimir asuntos comunes como el aprovechamiento de los montes y pastos. Podemos terminar la visita a este emblemático lugar pasando un lúdico rato disfrutando de la naturaleza en el área recreativa de la Campa de la Encina que se encuentra justo en frente del santuario.
La festividad de la Virgen de la Encina se celebra el 8 de septiembre.
Los marineros llamaban Montenegro a la colina donde se ubica el santuario y lo usaban como referencia visual a la hora de acercarse con sus barcos a tierra. Entre los siglos XV y XVIII eran muchos los marineros que después de un viaje por alta mar se acercaban en peregrinación hasta el santuario para agradecer a la Virgen su amparo ante los peligros que les habían acaecido en sus travesías. Ofrendas, limosnas, exvotos eran depositados por ellos a los pies de la Virgen de la Encina. Era tal la devoción que incluso algunos navíos llevaban por nombre Nuestra Señora de la Encina.
La Virgen de la Encina fue declarada coopatrona de Álava por las Juntas Generales en el año 1.812. Más tarde, en el año 1.942, debido al huracán desencadenado en estas tierras fue derruido bastante parte del santuario, la Santísima Virgen fue bajada para su veneración a la parroquia de Artziniega mientras se restauraba el templo gracias a la generosidad de los habitantes de la villa. La Virgen retornó a su santuario restaurado el 8 de setiembre de 1.942. Y en el año 1.954 fue coronada en un acto multitudinario.
Cuenta la tradición oral que antiguamente el pueblo de Mendieta, perteneciente al ayuntamiento de Ayala, disputaba con Arceniega la posesión del santuario. En estas lides estaban ambos pueblos y tanto interés tenía el de Mendieta en el santuario que contrato a un escribano para que certificara este hecho. Cuando con pluma y documentos en la mano se disponía a ratificar esta pertenencia, de pronto se quedó ciego. Entonces la gente allí presente vio en ello un milagro y el deseo de la Virgen de que el lugar fuera jurisdicción de la villa de Artziniega.
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Artziniega se llega desde Vitoria-Gasteiz por la carretera N-622 y la A-624, mientras que desde Bilbao se puede acceder por la BI-636 y BI-2604, o la AP-68. También Artziniega cuenta con servicios de autobús que la conectan con Bilbao y con Vitoria-Gasteiz.
El desvío hacia el Santuario de Nuestra Señora de la Encina está bien señalizado, el santuario se encuentra en la carretera que une Artziniega con Balmaseda. En el entorno del Santuario, que se encuentra a poca distancia de Artziniega, existe una zona de aparcamientos donde poder estacionar nuestro vehículo.
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