Se encuentra sobre una colina, entre los arroyos Labraza y Valdevarón, protegida por las sierras de Cantabria y Codes, en las estribaciones de Sierra Cantabria al sur de la provincia de Álava, y forma parte del municipio de Oyón desde 1977, dentro de la Cuadrilla Laguardia-Rioja Alavesa. Aunque sus raíces históricas se sumergen en la Prehistoria, Labraza se fundó como pueblo defensivo por Sancho VII, quien además le otorgó fueros en 1196, sobre lo que fuera tan solo un poblado conocido como Villa de Labraça, la cual a partir de entonces pasó a llamarse San Cristóbal de Labraza.
La localidad, que tuvo una importante presencia en las luchas medievales, perteneció al reino de Navarra hasta 1461 en el que fue conquistada por las tropas de Pedro Girón para el reino castellano y no fue sino hasta el año 1501 cuando pasó a formar parte de las Hermandades de Álava. Labraza en el siglo XVI se regía por un alcalde ordinario, un procurador general, un diputado del común... aún quedan entre su caserío las casas llamadas del gobernador y del obispo. Felipe II, a finales del mismo siglo, le concedió el privilegio de que no pudiera ser enajenada de la corona, concesión ésta que fue ratificada más tarde por Felipe III en 1601 y por Felipe IV en 1622. La actual villa de Barribousto dependió de Labraza hasta que se independizó en el siglo XIX. Su principal actividad económica, agricultura y ganadería, reflejada en el fuero, prácticamente ha perdurado hasta nuestros días.
Acceder a la bonita villa medieval de Labraza a través del Portal Principal o Puerta de La Concepción que, situado en el centro de la muralla sur, conserva en el arco interior los canales por los que corría el rastrillo de cierre, es como atravesar un portal del tiempo que retrotrae al visitante a la etapa quizá de más florecimiento de Labraza, la etapa medieval. Caminando por una de las tres calles que conforman la villa, la calle de La Concepción se llega a la plaza en la que se encuentra la iglesia de San Miguel del siglo XVI cuyos muros de estilo gótico formaron parte de la muralla. Del perímetro que tuvieron las murallas sólo se conserva el torreón y el trazado de los lienzos sur y oeste. Del castillo, del que hay documentación, no han quedado restos.
Entre sus calles, la de La Concepción, la de San Miguel y la calle de San Roque, se pueden ver pasadizos, callejones, y las viviendas que, construidas la mayoría en piedra y datando de los siglos XVI y XVII, lucen portadas de arco de medio punto y muchas de ellas han sido adosadas a la propia muralla. La Fuente del Moro, excavada en la ladera sur de la muralla, es del siglo XIV y recibe el nombre por la decoración que luce el caño de su interior, un rostro gótico. Lugares y rincones, todos ellos con su arte e historia, que conforman esta idílica villa de Labraza en cuyo entorno se puede disfrutar de entretenidas rutas senderistas que nos harán disfrutar de una exuberante naturaleza, no en vano el Pinar de Dueñas, cercano a Labraza, es el bosque de pino carrasco más occidental de Europa.
Labraza festeja a su patrón San Miguel el día 29 de septiembres mientras que las fiestas de verano son el primer o segundo fin de semana de agosto.
Las visitas teatralizadas, los domingos de septiembre y octubre, hacen que el visitante disfrute y recorra parte de la historia de este entrañable enclave que fue merecedor, en el 2008, del Premio Mundial de Ciudades Amuralladas, galardón que es otorgado cada tres años por el prestigioso Consejo Ejecutivo del Círculo Internacional de Ciudades Amuralladas. Para poder acudir a las representaciones es necesario hacer reserva previa en la Oficina de Turismo de Laguardia o en el teléfono 945 600 845. En Labraza también persiste la tradición de que tres días al año, por San Roque, San Miguel y la Purísima, los vecinos invitan a una degustación de pinchos.
Se cree que en Labraza y su entorno se inspiró Pio Baroja cuando escribió El Mayorazgo de Labraza, una de las novelas que forman junto con Zalacaín el aventurero, La casa de Aitzgorri y La leyenda de Jaun de Alzate, la tetralogía Tierra vasca.
Cuenta la historia popular que desde la Fuente del Moro, excavada en la ladera sur de la muralla en el siglo XIV, partía un pasadizo secreto hacia el interior de la villa que garantizaba la provisión de agua cuando sufrían algún asedio.
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A Labraza se llega desde Vitoria-Gasteiz por el puerto de Bernedo y desde Logroño, en dirección Oion por la A-2126 y tras pasar Moreda, se llega a la villa fortificada donde está prohibida la circulación de vehículos y dispondremos de aparcamientos habilitados.
Labraza cuenta con parada del servicio de autobús de línea regular que diariamente cubre el trayecto Logroño-Oyón-Laguardia.
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