Se encuentra en el punto intermedio entre Bizkarreta-Gerendiain y Pamplona-Iruña. El origen de Larrasoaína-Larrasoaña se atribuye al monasterio de San Agustín de Larrasoáin (Larrasoaña), fundado al parecer en el siglo X e incorporado al de Leire en el siglo XI. En el siglo XII se instaló en el lugar un grupo de francos, artesanos extranjeros, atraídos por las prebendas y concesiones que los reyes daban a los nuevos burgos que se creaban y a los que Sancho VI el Sabio otorgó el fuero de Pamplona. La nueva villa de francos acabó adoptando el nombre de Larrasoaña en el siglo XIII.
Por ser punto de reunión de los peregrinos, hubo en este pueblo tres hospitales. El más antiguo fue el del monasterio de los Religiosos Agustinos, propiedad de la colegiata de Roncesvalles. La cofradía de Santiago tambien tuvo el suyo, y el otro fue el de San Blas. Larrasoaña fue residencia temporal de doña Urraca, hija de Sancho el de Peñalén, y sede de las Cortes de Navarra en 1.329 que recibieron aquí el juramento de Felipe II de Evreux y de Juana II. Fue municipio independiente hasta 1.928, año en el que se integró en el de Esteríbar.
En el pueblo llaman la atención algunas casas que tienen una entrada central con puerta de arco de gran tamaño de medio punto, aleros tallados y blasones, así como motivos arquitectónicos de estilo gótico. Hay un edificio que data de la Edad Media, que es propiedad privada y se utiliza como vivienda particular, que se conoce como “Antiguo hospital” y que dependió de la Colegiata de Roncesvalles y además de hospital también se utilizó como cillería, granero.
En el interior de la población se alza la parroquia de San Nicolás de Bari, de origen medieval del siglo XIII, pero reformada en el periodo barroco. Hay que nombrar el famoso puente medieval o también llamado “de los bandidos”.
Larrasoaína-Larrasoaña celebra fiestas el 8 de setiembre, Natividad de Nuestra Señora.
Típica de esta zona es la tortilla maldita, cuyo nombre le viene por ser receta de agotes. Es una rica tortilla de patatas cuajada en manteca, no en aceite, de suave sabor. Parece ser que en esta villa hubo un asentamiento de agotes, eran un pueblo de exiliados, rubios, casi pelirrojos, condenados a vivir aislados del resto de la sociedad medieval, una de las razas consideradas como malditas junto con moros, judíos y gitanos y que se les negaba la propiedad de la tierra, la calidad de hijosdalgo y el derecho a mezclarse con los demás ciudadanos ni siquiera en la iglesia, donde tenían pila de agua bendita para su uso exclusivo.
Cuenta la leyenda que una banda de ladrones disfrazados de peregrinos desvalijaban a los caminantes a su paso por el puente medieval y por eso recibe el nombre de "el de los bandidos".
Por Larrasoaína-Larrasoaña pasa la carretera nacional N-135 que une Pamplona-Iruña con Roncesvalles-Orreaga y Aóiz.
Hay servicio de autobús de lunes a sábado que cubre la línea Pamplona/Iruña-Roncesvalles/Orreaga.
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