Se sitúa a ambas orillas del río Ultzama, que atraviesa el municipio de norte a sur y ocupa un espacio abierto y llano. En el siglo XII el rey Sancho VI el Sabio funda junto a la aldea de Atarrabia una villa a la que para atraer pobladores concede los mismos fueros del burgo nuevo de San Nicolás de Pamplona. Como era costumbre en la época, el rey bautiza a la villa con un nombre y le concede el de Villa noua (Villa Nueva). Poco después de subir al trono, Teobaldo II confirmó, en 1.254, estos fueros. Teniendo en cuenta las mortandades y la pobreza que la villa había sufrido durante los diez años de la guerra, Juan II le perdonó el censo anual que se entregaba al rey por cada casa, de acuerdo con el fuero fundacional.
Durante toda la Edad Media y hasta el siglo XVII la villa perteneció a la merindad de Sangüesa, pero en la segunda mitad de ese siglo figuró ya dentro de la merindad de Pamplona o de las Montañas. En el siglo XIX la villa es escenario bélico y su población participa en las guerras que arrastran la Revolución Francesa y las guerras carlistas. Como consecuencia de ello el casco urbano queda derruido. Más tarde, con el periodo de industrialización y las mejoras de las comunicaciones, se va configurando la Villava - Atarrabia actual.
Villava/Atarrabia ha perdido su configuración medieval, prácticamente no queda nada de su trama urbanística antigua. La calle Mayor, no obstante, conserva una serie de casas de los siglos XVI al XVIII, algunas de ellas blasonadas. El Ayuntamiento es una construcción del siglo XVII y conserva dos escudos de la villa, uno fechado en 1.545 y otro de 1.779. Junto al ayuntamiento, en el lugar donde se levantó en el siglo XIII la iglesia de San Andrés, rehecha a su vez en el siglo XVII, en 1.966 se edificó una nueva bajo la misma advocación.
De aquella primitiva construcción conserva la "Capilla de la Soledad", de planta circular. De interés es así mismo el Rollo, levantado en el siglo XV o XVI probablemente en el emplazamiento que actualmente ocupa. Esta columna, de más de 2 metros de alto, es un símbolo jurisdiccional y de libertad comunal de la villa de Villava/Atarrabia, posiblemente también, aunque no hay testimonios, fue utilizada como picota o lugar de ejecución. En las calles Mayor y Serapio Huici podemos ver varios palacetes y edificios de principios del siglo XX. Y como dejarnos la Casa Motza, palacio renacentista del siglo XVI, anteriormente conocido como "Palacio de Andosilla", pues su constructor fue el noble local, Pedro de Andosilla.
Las fiestas patronales en honor de la Virgen del Rosario se celebran el primer domingo de octubre y se festeja a San Andrés, patrón de la villa, el 30 de noviembre.
Uno de los días, durante las fiestas mayores de Villava/Atarrabia, se celebra la costillada popular, en la que los vecinos del pueblo se reúnen para un almuerzo comunitario a base de costillas de cordero y cerdo. El ayuntamiento se encarga de proveer los asadores necesarios, así como el pan y el vino, y son los propios villaveses los que tienen que llevar sus viandas y utensilios para prepararlas.
En la «basílica de la Trinidad», distante media legua, había dos cofradías de sacerdotes y legos, que mantenían su vicario, capellán, alcalde y cárcel para el ejercicio de toda jurisdicción en su distrito.
Leyenda o historia? Hubo en Villava/Atarrabia a mediados del siglo XVI un célebre curandero llamado Juan Périz de Igúzquiza, alias "El Indiano" Los cirujanos y los médicos de la época llegaron a denunciarle a los inquisidores de Calahorra acusándole de que andaba curando llagas frescas y viejas y dolores de todo género y calidad, y haciendo ensalmos y conjuros. Este curandero recibía a sus enfermos en el mesón y sus remedios eran a base de aplicar paños de agua fría y a continuación leer los Evangelios. Pese a la persecución de sus enemigos, dicen que tuvo numerosa clientela.
Villava-Atarrabia está perfectamente comunicada con Pamplona-Iruña, de la cual dista 4 km, está unida a Burlada-Burlata a modo de continuo urbano. La ronda PA-30 que circunvala Pamplona-Iruña proporciona varios accesos hacia Villava-Atarrabia como son la NA-2306 o la NA-2517.
Una línea de autobuses cubre el recorrido, partiendo de la Plaza Príncipe de Viana en el extremo pamplonés y de la Avenida Serapio Huici en el villavés.
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